Ingredientes
(Para 4 comensales)

1 kg. de patatas medianas y lo más parejas posibles
1/4 kg. de champiñones
1 pimiento rojo y otro verde
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1 vaso de leche
2 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de harina
1 cucharada de perejil picado
3 cucharadas de nueces o almendras molidas
Aceite vegetal para freír
Sal y pimienta

Preparación

Lavar bien las patatas y cocinarlas con su cáscara, hasta que se ablanden, pero no demasiado. Retirar del fuego, dejarlas enfriar, y sin pelarlas cortarlas por la mitad. Retirar el contenido de la patata dejando medio centímetro antes de llegar a la cáscara. Reservar las patatas y su contenido.

En una sartén dorar la cebolla, los dientes de ajo, y los pimientos, todo picadito, luego añadir los champiñones finamente cortados, y el interior de las patatas hecho puré. Revolver todo sobre el fuego por dos minutos. Condimentar con sal y pimienta, y con esta mezcla rellenar las patatas.

Calentar la mantequilla en una sartén, y cuando esté derretida, agregar la leche y la harina en forma de lluvia, revolviendo hasta formar la salsa blanca. Añadir las nueces o almendras picadas y condimentar con sal y pimienta. Volcar un poco sobre cada patata y espolvorear con el perejil picado.

Es imposible no sufrir estrés, todos los animales padecen este síntoma que nos avisa de alguna posible amenaza, que nos perturba e incomoda. En los humanos hay muchas causas que lo provocan: alguna enfermedad propia o de alguien del entorno, un viaje, un examen, no llegar a tiempo a una cita, un duelo, un trabajo nuevo, ir a una reunión importante, etcétera. Sin embargo no todos sufrimos el estrés de la misma manera, ni por el mismo lapso de tiempo, y en algunos puede afectar considerablemente la salud.

El estrés provoca reacciones en el organismo, que varían de un individuo a otro, siendo las más usuales: el corazón se acelera, se producen sudoraciones, aumenta la presión arterial, se producen reacciones alérgicas y problemas digestivos (diarrea, estreñimiento, flatulencias, náuseas, vómito), cambios en la regularidad menstrual, aumento del colesterol y en casos graves hasta desmayos.

El estrés es lógicamente mucho más grave si es prolongado, pudiendo afectar el sistema inmune, y esto puede acarrear graves dolencias, como enfermedades coronarias o cáncer. El estrés también puede conducir a cuadros depresivos.

Realizar actividad física, como caminatas, natación, yoga o pilates, escuchar música, leer, dormir la cantidad de horas suficiente, tratando de relajarse antes de acostarse, consumir alimentos anti stress, pueden ayudar a luchar contra este enemigo natural, pero también social, ya que las presiones de la vida moderna, contribuyen a acentuar sus niveles, por lo cual es importante no sobre exigirse ni intentar llegar a los parámetros de ascenso social que tal vez intentemos alcanzar solo porque otros lo lograron, probablemente a expensas de su salud.

Identificar la causa o causas es fundamental, ya que tal vez podamos hacerlas desaparecer, por ejemplo si es el trabajo, podemos elegir otra ocupación más tranquila o más gratificante, o delegar tareas, o si es una situación familiar tratar de buscarle una solución, hablando con quien nos provoca el estrés, buscando algún cuidador si hay un enfermo, etcétera. Escribir un reporte diario de las situaciones que nos van estresando a lo largo del día ayuda para identificar el problema.

Esta rica ensalada de arroz puede comerse fría o caliente. Puede ser un plato principal o una guarnición. Se recomienda para que resulte más nutritiva usar arroz integral o parvolizado. Su nivel de dificultad es mínimo y es por ello recomendable para quienes dan sus primeros pasos en la cocina.

Ingredientes
(Para 4 personas)

2 tazas de arroz
6 tazas de agua hervida con un poquito de sal
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 lata de choclos (pueden usarse choclos naturales hervidos y desgranados)
1 lata de arvejas
1 pizca de sal y una de pimienta
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de orégano
1 cucharada de perejil picado

Preparación

En una sartén profunda, colocar el aceite y el arroz, y revolver sobre el fuego dos minutos. Agregar el agua hirviendo y cocinar el arroz por el tiempo necesario según su tipo. El blanco se cocina en 15 minutos, el parvolizado en 20, y el integral en alrededor de media hora.

Mientras tanto, dorar en aceite la cebolla y los dientes de ajo picados. Apagar el fuego, y añadir el contenido de las latas de choclo y arvejas, previamente lavadas; el orégano, el perejil, la sal y la pimienta.

Ir controlando que el arroz no se quede sin agua, en cuyo caso añadir de a poco agua hirviendo, para no tener necesidad luego de colarlo.

Una vez cocinado el arroz, mezclarlo con el resto de los ingredientes. Puede servirse acompañado de queso rallado.

Ser metódico es una virtud, y acostumbrar al organismo a comer en determinados horarios será algo que nuestra salud agradecerá mucho. Los aumentos de peso, náuseas, vómitos, hinchazón, estreñimiento, gastritis, flatulencias, y las caries dentales, por no higienizarse luego de cada pequeña ingesta, reconocen muchas veces como causa estos picoteos a cualquier hora.

Las comidas diarias deberían ser cinco añadiéndose a las tradicionales desayuno, almuerzo, merienda y cena un refrigerio a media mañana y otro a media tarde, que puede consistir en un puñado de frutas secas, una fruta, una tostada con mermelada, o un yogur. Así haríamos lo que se denomina dieta fraccionada, sin necesitar sobrecargarnos de alimentos en cada una de esas comidas.

¿Por qué comemos a cualquier hora y en todo momento? Muchas veces por ansiosos o aburridos, ya que es casi imposible tener hambre tan seguido, si se han respetado las comidas pautadas. En ocasiones, a causa del trabajo no tenemos tiempo de sentarnos a comer por un tiempo razonable, e intentamos solucionar el problema comiendo alguna “cosita” que en general no es muy saludable (snacks, chocolates o galletitas, por ejemplo) y provocará que estemos obesos pero mal alimentados.

Se aconseja que los niños lleven a los establecimientos escolares viandas saludables para comer en los recreos, si es que en la escuela no venden comidas sanas.

Como excepción, las personas con problemas digestivos, que no pueden comer en forma abundante en ninguna de las comidas principales, pueden consumir en forma racionada alimentos de alto valor nutricional varias veces por día. Esto ocurre con algunos ancianos o con las embarazadas en los primeros meses de gestación. Lo importante es que lo que picoteemos sea saludable, y no calorías vacías.

Combinar lo rico y lo sano, no es tarea fácil, y por ello les brindamos esta manera de saborear sin remordimientos, un postre saludable, y a la vez delicioso.

Ingredientes

400 gramos de zanahorias
400 gramos de azúcar (2 tazas)
150 gramos de coco rallado
150 gramos de nueces
10 galletitas tipo vainillas

Preparación

Pelar las zanahorias, lavarlas y cocinarlas hasta que se ablanden. Retirar del fuego y hacer un puré. Agregarle el azúcar, las tres cuartas partes del coco rallado y las nueces trituradas.

Forrar la base de un molde desmontable con cinco vainillas. Encima colocar la mitad de la mezcla de zanahorias. Colocar otra capa de cinco vainillas, y luego otra de zanahorias, decorando con el coco rallado que habíamos reservado. Colocar en la heladera y servir fría.