En las últimas décadas se ha producido un acrecentamiento de lasCalentamiento global temperaturas atmosféricas y en lo que respecta a los océanos. Éste fenómeno tiende a perpetuarse y a agudizarse en los próximos años, si no se revierten las acciones negativas del hombre sobre su habitat, al acrecentarse el dióxido de carbono, coincidentemente con el apogeo de las industrias, que usan como fuente energética, el carbón. Los automóviles y las chimeneas de las fábricas también ponen su cuota a la cantidad de dióxido de carbono, que se eleva a la nada despreciable cantidad de veintidós millones de toneladas anuales.

Los países más desarrollados, son los que más responsabilidad poseen en este flagelo, sobre todo, Estados Unidos, según lo reveló el Protocolo de Kyoto, elaborado en cooperación interestatal por el IPCC, Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

Si bien el efecto invernadero es necesario y natural, permitiendo a través de gases presentes en la atmósfera, atrapar el calor del sol, como si fuese un invernadero de plantas, lo que ayuda a formar las nubes que luego caerán en forma de lluvia, la cantidad de gases que provienen de la actividad fabril hacen que el calor atrapado sea mayor que el necesario, y por eso la temperatura aumenta.

Las zonas polares son muy afectadas por este problema, donde cada 10 años, el 9% del casco polar ártico se ve disminuido. Los glaciares se derriten, hay más sequías, los mares aumentan su caudal provocando inundaciones, las especies sensibles al calor se extinguen, y las plagas aumentan.

El ex Beatle Paul McCartney solicitó a la población del mundo convertirse en vegetariana, para impedir así el calentamiento global, ya que son estos ganados los que contribuyen decididamente a aumentarlo.