Propiedades del duraznoSu nombre científico es prunus persica, y además de durazno, también se conoce esta fruta como melocotón, siendo de origen asiático (China) y se consigue sobre todo en época estival.

De sabor dulce o agridulce y pulpa amarilla o amarilla blancuzca, posee una cáscara de tersura aterciopelada de color amarillento y naranja, y un carozo central. Puede consumirse de múltiples formas, como en mermeladas, dulces, en almíbar, o simplemente, de modo natural, sin ninguna preparación, solo o en ensalada de frutas, siendo estas últimas dos maneras las más saludables, por conservar todas sus propiedades y no llevar agregado de azúcares.

Al poseer muy pocas calorías, solo 40, cada 100 grs, es muy utilizado en dietas para adelgazar, aunque posee 9 grs. de azúcar. También es rico en sodio, fósforo (aliado de la memoria) potasio (140 mg en 100 gramos) que ayuda a mantenerse activo y a estabilizar la presion arterial; magnesio, carbohidratos, fibras, bastante hierro por lo que se prescribe en casos de anemia, y también calcio tan importante en la osteoporosis; Algunas proteínas (0,8) aunque pocas también podemos destacar. Contiene betacaroteno, vitamina B, C y E, lo que transforma a estos frutos, en activos luchadores contra el envejecimiento celular y en pro del sistema inmunológico.

Presenta beneficios cardiológicos, previene la arteriosclerosis, la hipertensión arterial y el envejecimiento prematuro; es un suave laxante, de digestión fácil, y un excelente diurético, limpiando los riñones y la vesícula biliar. Los diabéticos también se benefician mucho de sus propiedades ya que ayuda a regular el azúcar en la sangre.

Muchos lo confunden con el damasco, que tiene mucho más vitamina A, magnesio y poasio.