La cola de caballo, o Equisetum arvense es una típica planta que no florece, que podemos encontrar en lugares de humedad abundante, y con la apariencia de la cola del animal que le otorgó su denominación. Es muy utilizada para estimular la función renal; y al provocar la diuresis, evita la retención de líquido, lo que entre cosas, la hace una gran aliada para combatir edemas, infecciones renales, cálculos renales y de vejiga, y para los que padecen problemas hipertensivos. Vimos también la gran importancia en el tratamiento de la osteoporosis, gracias al silicio, artículo al que nos remitimos, lo que también puede aplicarse para tratar cualquier problema óseo como las tendinitis.

La función de la cola de caballo como remineralizante no es menos digna de mencionar, por su contenido en silicio. Es además antiinflamatoria, limpia el organismo al eliminar las toxinas por diuresis, y se le reconoce poder antioxidante.

Es antihemorrágica, por poseer dos ácidos, el péctico y el gálico, por lo cual es positivo su consumo para quienes tienen frecuentes sangrados nasales o metrorragias. Es además útil para tratar cuadros diarreicos por ser ligeramente astringente.

Favorece la pérdida de peso, evita la caída del cabello y favorece que crezcan las uñas más fuertes; es beneficiosa para el hígado, la incontinencia urinaria, la artritis y la gota.

Aplicada como cataplasma ayuda a curar heridas y la piel que haya sufrido quemaduras; para aliviar la conjuntivitis y para la higiene íntima. En buches, alivia las úlceras bucales.

Se consume en forma de infusión, colocando dos cucharaditas de la hierba seca, que puede comprarse en farmacias o tiendas de dietética, por cada taza de agua hirviendo. Antes de ingerirla conviene que se deje reposar durante treinta minutos, pudiendo tomar diariamente hasta tres tazas.

No debe consumirse con bebidas alcohólicas, y tomarla por no más de tres semanas sin consultar a un profesional, ya que puede producir deficiencia de tiamina (vitamina B1).

Deben abstenerse de consumirla, los niños, las embarazadas y los que tengan bajos los niveles de potasio pues contribuye a su eliminación; y los diabéticos pueden beneficiarse con su uso, pero controlando que no se produzca una hipoglucemia.