Dieta para hemorroidesLas hemorroides pueden definirse como la enfermedad de escasa gravedad provocada por la inflamación que presentan las venas hemorroidales, que están situadas en la zona del recto. Esto provoca incomodidad, dolor, y en muchos casos, sangrados, que pueden ser de importancia, y requerirse cirugía.

Esta dolencia puede deberse a varias causas, como el embarazo, el exceso de sedentarismo, la obesidad y el estreñimiento crónico.

Es atendiendo a sus causas, que se aconseja a quienes padecen de hemorroides, hacer una vida más activa, beber mucho líquido, especialmente agua (dos litros diarios) o infusiones de corteza de roble o alcaravea.

Entre los alimentos que deben incluirse en la dieta; son los que contengan mucha fibra, para evitar el estreñimiento, entre los cuales deben incluirse los que posean fibra soluble (las que tienen la aptitud de disolverse en el medio líquido) como la cebada, las semillas de lino, la avena, las lentejas, nueces, los frijoles o las papas y zanahorias. Estas fibras solubles se expanden y espesan en contacto con el medio líquido estomacal, formando una especie de gel con efecto laxante; y los que posean fibra insoluble como el trigo o el arroz integral o las verduras, como las espinacas, acelgas o brócoli , que absorben el agua, adquiriendo más volumen y con ello aceleran su expulsión. Las manzanas y las legumbres aportan los dos tipos de fibra.

Si hay sangrado se recomienda añadir aquellos alimentos que posean hierro, como las lentejas, y otros que contribuyan a su absorción, como cítricos, perejil, papas o frutillas.

El ajo, la cebolla, el pepino, el ananá y el jengibre son muy recomendables porque activan la circulación.

Especialmente recomendado entre las frutas, está el melón, ya que aporta fibras, hierro y estimula la circulación. Las semillas de linaza y la zaragotona proveen fibras y actúan como desinflamatorio.

En uso externo, se recomiendan las cataplasmas con hojas tiernas de ruda o rodajas de melón, y baños de asiento con diente de león o manzanilla.

Entre los que debemos quitar de nuestra alimentación o al menos reducir al máximo, se encuentran las harinas refinadas, el azúcar, la sal y la pimienta.