El potasio es esencial para que los organismos vivos funcionen. Es diurético y contribuye a la eliminación de toxinas. Su falta provoca fatiga, delgadez, debilidad muscular, digestión lenta, etcétera. Se requiere muy poco en el organismo humano, basta con 4 miligramos. El excedente se elimina, salvo que se padezca alguna enfermedad renal. Las plantas extraen el potasio de la tierra, y los animales y el hombre, al consumir los vegetales los ingresan a sus organismos, a posteriori el plasma sanguíneo lo disuelve y luego se concentra en las células. Pero el cuerpo también tiene otros elementos, como el calcio y el sodio, que están en interrelación.

La sal (sodio) también es indispensable, especialmente para regular la presión en sangre y actúa contra los microorganismos. El exceso de sal es muy nocivo. Sin embargo no basta con saber cuanta sal consumimos para saber si es mucha o poca, pues esto depende del potasio, que la contrarresta.

El equilibrio entre el potasio, el calcio y el sodio, es esencial. El sodio se encuentra, al contrario de lo que ocurre en el potasio, fuera de las células y se elimina al consumir potasio. Ocurre sin embargo que hay alimentos muy ricos en potasio, pero que también lo son en sodio, como sucede con la carne; en cambio, los vegetales y frutas, al tener menos sodio, aportan más potasio, ya que éste no se ve contrarrestado por la acción del sodio, y aportan poco sodio, pues el poco que poseen es eliminado por el potasio. Si alguno de los dos elementos (sodio o potasio), faltan, pueden producir una falla cardiaca y la consecuencia ser fatal.