Propiedades del diente de leónEl diente de león o científicamente “taraxacum officinale” es una planta muy preciada por su raíz y por sus hojas que se consumen, la primera en infusión y las segundas en ensaladas o en sopas, estimulando el apetito. Son muy buenas como diurético cumpliendo la misión de desintoxicar el organismo y desinflamarlo, recomendadas para perder peso, para bajar la presión arterial, para tratar problemas de la vesícula biliar, hepáticos (como cirrosis o hepatitis) ictericia, cálculos renales, acidez, gota, úlceras, diabetes, artrosis y artritis. Es recomendada para quienes sufren de soriasis, acné y eccemas.

Es importante para mejorar a quienes padecen de ceguera nocturna pues contiene vitamina A y helenina. Posee potasio por lo cual previene calambres y es eficaz para quienes practican deportes. También tiene pequeñas cantidades de vitaminas B y C.

Es antioxidante por lo cual preserva el organismo de los efectos del envejecimiento. Por su inulina actúa como laxante.

En sus hojas, que no son aceptadas por todos porque su sabor es algo amargo, hallamos bastante de contenido en hierro, por lo cual es prescripta en casos de anemia. Las flores suelen usarse como condimento.

Externamente, los baños con infusión de diente de lechón, alivian las várices y pies cansados. Tiene efectos en la cicatrización de heridas y llagas. En baños de asiento alivia las hemorroides.

Como todo lo positivo tiene su lado menos óptimo les hacemos algunas advertencias. Puede ocasionar alergias, problemas intestinales como por ejemplo, diarrea; y obstrucción en las vías biliares. Si se necesita tomar antibióticos, no ingerir diente de león, pues puede inhibir la acción del medicamento.