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Propiedades de las grosellas
La grosella es el fruto de un arbusto de climas templados fríos, llamado grosellero o también parrilla, siendo su nombre científico “Ribes rubrum”.
Las grosellas son bayas, que se presentan en racimos comestibles, de sabor muy ácido y coloración roja. Las grosellas blancas son una variedad menos ácida. Otra especie distinta del mismo género, es la grosella negra, de nombre científico “Ribes nigrum”.
Su sabor intensamente ácido no permite en general, su consumo como fruta fresca, siendo usual encontrarla preparada en forma de dulces, jugos, postres y mermeladas.
Las grosellas contienen gran cantidad de vitamina C (en especial las negras) por lo cuál actúan como antioxidantes y benefician que se absorba el hierro; también proporcionan carotenos (también más las negras) y vitaminas B5, B3 y E. Aportan pocas calorías e hidratos de carbonos, por lo cuál se las incluye en regimenes para adelgazar (salvo que el dulce contenga azúcar). Fortalecen el sistema inmunológico, purifican la sangre y actúan como diurético, antimicrobiano y antiinflamatorio. Favorecen el tracto intestinal por su contenido en fibras. Maduras, poseen efecto laxante y antes de su total maduración, como tienen más taninos, actúan como astringentes en procesos diarreicos. El té de sus hojas secas, es eficaz para combatir la gota y el reuma. Haciendo gárgaras con el té, se alivian las infecciones bucales. Entre los minerales que contienen las grosellas; destacan el calcio, el hierro, el potasio, el sodio, el fósforo y el magnesio.
Se usa además para tratar la hipertensión, los trastornos degenerativos y el cáncer.
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