manzanillaEs una hierba aromática, que contiene ácido ascórbico, ácido salicílico, linoleico y oleico, entre otros. Su origen es europeo y desde el viejo continente, pasó hacia el territorio americano. Una cucharadita de manzanilla (sus flores secas, parecidas a las margaritas) en una taza de agua hirviendo, es recomendada para las siguientes afecciones:

Es anti-ulcerosa por contener azuleno. Su alto contenido de ácido bisabolol, jaceidina y ácido gentísico la convierten en poderoso anti-inflamatorio intestinal, muy recomendado en problemas de dispepsia, gastritis y diverticulitis. Es protectora del aparto hépato- biliar por poseer entre sus elementos, patuletina.

Es muy buena para reducir el colesterol, por contener colina.

Muy recomendada, además para calmar nervios, y ansiedad, síntomas menstruales y premenstruales. Su nombre científico es matricardia, que significa útero en latín, habiéndosele reconocido desde la antigüedad sus beneficios sobre el aparato genital femenino. Sirve también para enfermedades como asma, gripe, gota, artritis y trastornos circulatorios.

También puede prepararse una infusión de manzanilla bien cargada, y aplicarse sobre la piel lastimada, o con granos, en forma de compresas, ya que es muy buen desinflamatorio local.

Es muy usado el té de manzanilla en el último enjuague, para conservar el color rubio del cabello, contribuyendo además a preservar de descamaciones el cuero cabelludo, siendo además antialérgica. En baños de pies también contribuye a que estos se deshinchen.

Los buches de manzanilla alivia los dolores dentales, y las llagas bucales, es desinfectante y anti-inflamatoria. Los baños de asiento pueden aliviar las hemorroides.

No se recomienda su uso interno en exceso, pues puede provocar vómitos.