La canela es muy conocida como condimento, el que se extrae de la corteza inferior del canelo, un árbol de pequeño porte, que crece en lugares de altas temperaturas y abundante humedad, especialmente en la India. También se puede consumir como infusión con resultados sorprendentes. La hallamos a la venta en rama o también molida. En la forma de aceite, combate bacterias, hongos y parásitos.

Es un gran antioxidante, aportando fibras, calcio y también hierro. Es un aliado para la lozanía de la piel y el mantenimiento de las células, ya que actúa como antioxidante. Es desinflamatorio, recomendándose especialmente a los que sufren artritis y migrañas. Estimula el apetito, activa la circulación sanguínea, induce la menstruación, y protege contra el estrés.

Quienes padecen de mal aliento, problemas de memoria o estomacales se beneficiarán con su ingesta. Para resfriados, se lo utiliza en su calidad de expectorante, siendo antiviral y antibacterial.

En Estados Unidos se realizó un estudio a cargo del Departamento de Agricultura que demostró que personas que consumieron canela en un lapso de cuarenta días redujeron sus niveles de colesterol, triglicéridos y glucemia.

Su forma de consumo es variado y es muy versátil en la cocina, adicionándose al té, café, al arroz con leche, zumos de frutas, tortas y postres un toque de sabor dulzón y refinado. De todos modos, ser cuidadoso con la cantidad: solo una pizca, pues en este caso, lo que abunda, sí puede llegar a hacer daño.

El aceite esencial se vende en Farmacias, pero solo debe ser usado con prescripción del médico y su seguimiento. No debe consumirse ni por niños, ni por embarazadas.