La biotina es también conocida como Vitamina B7, B8 o Vitamina H, es una coenzima, descubierta en 1936, en Alemania, siendo Estados Unidos quien se encargó de sintetizarla en 1943.

La biotina, esencial para la vida (de allí su nombre) se encarga, partiendo de las grasas y de los carbohidratos de intervenir en la conformación de la glucosa, manteniendo estable el equilibrio del azúcar en la sangre. Su necesidad diaria en el adulto es de 50 microgramos. La produce la flora intestinal y se encuentra también en casi todos los alimentos, por lo cual su carencia no es habitual, pero en casos raros puede ocurrir (lo que tiene como causa el alcoholismo crónico, los que tengan el A, como grupo sanguíneo, la ingesta de antiepilépticos, antiácidos, antibióticos o el consumo de huevos crudos, pues en ellos la avidina que está presente en los huevos crudos, neutraliza a la biotina. La avidina se destruye con la cocción). Esta falta trae como consecuencia la pérdida del cabello, palidez facial, el retraso de crecimiento, dolores musculares, irritabilidad, cansancio, insomnio, ansiedad, pérdida de memoria, conjuntivitis y dermatitis.

Aunque como dijimos casi todos los alimentos la proveen, se encuentra en mayor medida en las frutas, los frutos secos, la leche, la soja, la harina y el germen de trigo, guisantes, patatas, bananas, sandía, uvas y la levadura de cerveza. Es hidrosoluble, por lo tanto se debe consumir diariamente, pues el cuerpo no la guarda. En caso necesario se prescriben suplementos de esta vitamina, pero siempre a cargo del profesional médico, en especial si se trata de un infante, aunque los estudios sugieren que no posee efectos adversos.