Adicción a la comidaToda adicción se caracteriza por su compulsión a realizar algo, como una necesidad irrefrenable que necesita ser satisfecha, y que si no se responde a ese impulso deviene el síndrome de abstinencia, donde la persona se torna irritable y sumamente ansiosa. En general nos “desquitamos” con la comida cuando estamos tristes, angustiados o nerviosos, y sentimos que ingerir cosas ricas nos hará sentir mejor, como cuando de pequeños nos ofrecían un dulce cuando estábamos tristes, o nos agasajan aún de adultos con comida para celebrar nuestros cumpleaños. Hemos crecido pensando que los alimentos no solo nos nutren sino que nos alegran, nos consuelan y nos acompañan.

El cerebro es responsable de crear sensaciones de placer, al liberar dopamina; y muchos alimentos como los snacks, azúcares y chocolates las provocan. Algunos hablan de adicción y otros de ansiedad por comer, pero como efecto común es que estas personas ocupan en el acto de comer gran parte de sus pensamientos y acciones, y luego sienten en general una gran culpa por no haber podido dominarse y estar exponiéndose a las terribles consecuencias de una dieta rica en grasas y carbohidratos. Estamos hablando no de un desliz que puede suceder esporádicamente, sino de habitualidad como ocurre en todas las adicciones.

La adicción a comer puede ser tratada de modo eficaz cuando estemos resueltos a hacerlo (porque sin la voluntad del interesado nada puede lograrse) y podamos resolver, en general con la ayuda de especialistas, las causas que generan esa necesidad. Se trata de elevar nuestra autoestima y generar confianza en nuestra posibilidad de resolver los problemas concentrándonos en ellos y sus alternativas de solución, en vez de agravar la situación, atacando nuestro propio organismo físico y psíquico.