Enseñar a comerLa educación alimentaria es sumamente importante, pues muchas personas creen que se están alimentando o que están dando nutrientes a su familia, cuando solo ingieren o les dan a sus propios hijos calorías vacías o grasas saturadas, que les calmarán el hambre pero no les proporcionarán los requerimientos diarios de proteínas, vitaminas, calcio, fósforo, etcétera que el organismo necesita para realizar sus funciones en forma adecuada.

Todos deberíamos saber que un niño mal alimentado rendirá menos a nivel intelectual y físico, que crecerá débil y seguramente enfermará, y es por ello, que es absolutamente necesario, para quienes tienen algún rol social educar en ese sentido.

Es muy frecuente observar a personar pidiendo dinero para comer junto a un niño al que le han comprado una gaseosa o snacks, o a los chicos en los recreos escolares comprando golosinas de manera descontrolada, o comiendo emparedados repletos de grasas dañinas, en el mismo lugar que debería educarlos.

Desde la escuela (debería haber alguna materia específica desde los primeros grados) desde la televisión y el resto de los medios masivos de comunicación, con afiches, con leyendas que adviertan en el envase de esos productos que perjudican a la salud, con charlas en centros comunitarios y comedores barriales se debería enseñar a comer saludablemente de acuerdo a la edad y a las necesidades y particularidades de dietas específicas (para celíacos, para diabéticos, etcétera) para preservar la salud individual y el bienestar de la sociedad en su conjunto. Muchas veces las personas eligen no comer sano, y esa es su decisión y su responsabilidad, pero cuando lo hacen por ignorancia es realmente muy triste y fácilmente prevenible.