Dieta vegetarianaEsta es una manera muy fácil y sana de bajar esos kilos de más que molestan, pero que por sobre todas las cosas, no supone riesgos. Hacer dieta no es simplemente dejar de comer, pues eso puede traer un desequilibrio orgánico, a veces con fatales consecuencias.

Nuestro cuerpo necesita del «combustible» necesario para funcionar correctamente, pero a veces, le colocamos demasiado, o el incorrecto y lo llenamos de toxinas y grasas, que no hacen más que perjudicarnos.

La dieta vegetariana supone no estar midiendo todo el tiempo cuanto se consume ni estar pendiente de lo que llevamos a la boca. Simplemente eliminando las carnes, fiambres, y todo tipo de embutidos, y por supuesto, las harinas y azúcares, ya está el problema resuelto. Las combinaciones son infinitas. Ensaladas de todo tipo, a las que pueden incoprporarles huevo (cuanto más colorida más nutritiva) y frutas, deben ser las bases de la alimentación. es conveniente combinarla por ejemplo, con yogur descremado en el desayuno y la merienda.

Hay detractores a las dietas vegetarianas que sostienen que no aportan todo lo que el cuerpo necesita, sin embargo, estudios científicos demostraron que muy por el contrario, son altamente beneficiosas.

En otros artículos de esta misma sección «Vida Sana» te enseñamos las propiedades de cada alimento en particular.

Las nueces, aunque engordan, poueden consumirse con moderación para complementar las proteínas (dos por día) las que también están en la soya y las legumbres, con las que podés hacer muy ricas ensaladas.

Se deben eliminar las frituras, reemplazándolas por el horno. Las tortillas, tartas de verduras o queso (de las que no debe comerse el repulgue) son buenas alternativas al igual que los caldos.

Debe suprimirse el alcohol y las gaseosas, estando permitidos el agua y los jugos de frutas. Por supuesto, toda buena dieta debe acompañarse con gimnasia moderada que puede consistir en caminar, correr, nadar o andar en bicicleta, entre otras.