La hernia de hiato es una enfermedad frecuente, donde una parte del estómago sale, ascendiendo, por una cavidad del diafragma, posiblemente por debilidad del tejido, quedando alojada dentro del pecho. En los niños es un problema congénito, mientras que entre los adultos, contribuyen al desarrollo de esta dolencia, la obesidad, la edad avanzada y el fumar en exceso. Se manifiesta con acidez, flatulencias, dolor estomacal, ardor en la zona de la garganta, y problemas para tragar lo que se origina por el reflujo del ácido gástrico.

Además del tratamiento con medicinas que debe indicar el médico, la dieta es muy importante en el tratamiento de la hernia de hiato, y su modo de ingerirla, pues no debe comerse copiosamente sino en raciones pequeñas distribuidas a lo largo del día, y evitando que los alimentos estén demasiado fríos o muy calientes.

Otros hábitos saludables, son: no acostarse enseguida, luego de cenar; no fumar; levantar la cabecera de la cama con tacos de madera unos diez centímetros; mantener un peso adecuado; realzar ejercicios moderados; evitar el consumo de alcohol, tabaco, café, gaseosas, chocolates, salsas, grasas animales, y reducir el stress.

Ciertas hierbas y condimentos, como hinojo, romero, eneldo, estragón, menta y romero ayudan a tener una mejor digestión. Se recomiendan las infusiones de malvavisco y ulmaria.

Las verduras por su alto contenido en fibras son muy recomendadas, aunque las legumbres deben ingerirse en forma de puré, y otras verduras, como el brócoli, las coles, las cebollas, los tomates y los pimientos, deben reducirse, ya que agravan las flatulencias. Con respecto a las frutas, son muy saludables pero debemos dejar de lado los cítricos porque causan acidez, las uvas y las bananas.