CintaSi concurres a un gimnasio tendrás ambas para optar o practicar las dos, pero esta disyuntiva se presenta si queremos comprar una de ellas para hacer ejercicios aeróbicos en nuestro hogar, ya sea por falta de tiempo o lugares cercanos para hacer caminatas al aire libre, por nuestro estado de salud o porque las condiciones climáticas no lo permiten; y tenemos lugar disponible para que la máquina no nos moleste.

El ejercicio que se realiza en la cinta equivale a salir a caminar o a correr. La cinta ayuda a quemar calorías, especialmente si se corre, y por ende perder peso, y a fortalecer los huesos y músculos, sobre todo de las piernas. Éstas al caminar o correr soportan el peso del cuerpo, por lo cual se adelgaza más que en la bicicleta donde se permanece sentado. Correr en la cinta puede provocar un alto impacto en las articulaciones, por lo tanto en personas de edad avanzada se recomienda solo caminar.

BicicletaLa bicicleta fija también contribuye a bajar de peso y fortalecer los músculos de nuestras piernas, pero solo de su parte inferior, salvo que pedaleemos parados. Es más recomendable la bicicleta fija para personas menos entrenadas, con riesgos de fracturas o que son adultos mayores, pues al subir o bajar de la cinta en movimiento pueden ocurrir accidentes, y además pedalear sentado, es de menor impacto que caminar o correr.

Tanto la cinta como la bicicleta fija, ayudan a aumentar la frecuencia cardiaca y nos hacen liberar endorfinas que nos proporcionan un mejor humor y mayor energía para nuestras labores cotidianas.