Alimentos TransgénicosSon alimentos modificados genéticamente, para que, supuestamente, mejoren su calidad nutricional y su resistencia a fenómenos naturales y plagas. Se utilizan sobre todo en el maíz y la soja, introduciendo genes que muchas veces prtenecen a especies animales (insectos: mariposas o escorpiones y hasta genes de ratas están en fase de experimentación para introducirlos en lechugas), por lo que no se deberían incluir en dietas vegetarianas.

La idea es que el organismo modificado no produzca alguna proteína que normalmente hacía o libere alguna que no esté en su naturaleza. Además usar menos pesticidas y herbicidas, que muchas veces, se vuelve en sentido inverso, ya que el propio uso de la ingeniería genética contamina, además de atentar contra la biodiversidad del planeta.

Si el producto está modificado genéticamnete debe figurar en la etiqueta, y la empresa fabricante debe asegurar que no afecta la salud, aunque la ciencia no ha demostrado aún que sean totalmente inocuos, ni tampoco perjudiciales. El riesgo más posible es la producción de alergias y la alteración medioambiental, ya que se modifican las condiciones naturales de producción, y siempre, ya se ha comprobado, toda actividad humana sobre la naturaleza, a la corta o a la larga, termina perjudicándola.

Para que el nuevo gen se introduzaca modificando el original se usan vectores (plásmidos y virus) a los que se le eliminan sus efectos patógenos, pero que pueden transferir resistencia a los antibióticos.

Como siempre, el destino final de todas estas transformaciones, no es, la salud poblacional, sino mezquinos intereses económicos que se mueven en torno a estas empresas.

Por supuesto, que la necesidad del progreso es una característica básicamente humana. pero debemos preguntarnos hasta qué punto podemos dejarnos arrastrar por los avances tecnológicos, ya que la naturaleza nos ha dado todo en su justa proporción.

¿Podemos creernos más sabios que la naturaleza y crear alimentos que modifican el propio ADN, creación milagrosa de la vida? ¿Cuánto tiempo tardamos en comprobar que habíamos destruido la capa de ozono luego de aplaudir los avances industriales? No podemos vivir sin crear, pero debemos preguntarnos cuál es el límite. Hay una responsabilidad estatal que no siempre se cumple con eficiencia de controlar estrictamente estas pruebas, de la que aún no se saben con certeza los riesgos potenciales, ya que por ejemplo, pueden extenderse a malas y destructivas hierbas que podrían volverse sumamente resistentes.