Los vegetarianos son más delgados que los no-vegetarianos y sus pesos están generalmente más cerca de los niveles deseados. La Asociación Médica Británica (1986) manifestó que los vegetarianos presentan menores índices de obesidad. Appleby y otros (1998), como parte del Estudio de Oxford sobre el Vegetarianismo, concluyeron que quienes no comen carne suelendieta-vegetariana ser más delgados que quienes sí comen carne. Esto podría deberse, en parte, al mayor consumo de fibra y al menor consumo de grasas animales.

Lo importante en una dieta vegetariana, como cualquier otra dieta, es la variedad. Por lo tanto, es igualmente importante que los padres se preocupen si la dieta de los jóvenes consiste únicamente de hamburguesas, papas fritas y ensalada. Una dieta vegetariana saludable debe incluir frutas, una gran variedad de vegetales y verduras, granos, nueces, semillas y legumbres. Algunos vegetarianos incluir en su dietas productos lácteos y/o huevos.

La dieta vegetariana es probadamente una dieta saludable, donde se gana en bienestar físico y espiritual y como pérdida, solo se sufre la de los kilos de más.

Sin embargo, muchas personas temen que incluyendo este tipo de alimentos se generen carencias en el organismo. Esto puede evitarse si se conocen los nutrientes que el cuerpo necesita y los que contienen los alimentos.

El déficit de hierro, es un tema a considerar. Para los ovolactovegetarianos, es decir, aquellos que también incluyen en sus comidas leche y huevos, es mucho más fácil nutrirse de hierro, porque está presente de manera abundante en la yema de huevo.

Los jóvenes requieren una cantidad de hierro relativamente alta. Comiendo una dieta variada, el vegetariano puede satisfacer sus necesidades de hierro y a la vez evitar el exceso de grasa y colesterol que contienen las carnes de res y de cerdo.

Se puede aumentar la cantidad de hierro que se absorbe de una comida si se acompaña con algún alimento que contenga vitamina C. Las frutas cítricas y sus jugos (por ejemplo, el jugo de naranja), los tomates y el brócoli son todos buenas fuentes de vitamina C. Los alimentos ricos en hierro incluyen el brócoli, las uvas pasas, la patilla o sandía, la espinaca, la melaza, los garbanzos y los frijoles.

Con respecto al calcio, la leche y sus derivados, tales como elleche-derivados.gif yogur, el queso, la nata y la mantequilla (además de postres lácteos como natillas, cuajada, flanes, etcétera), son las principales fuentes de calcio de una alimentación equilibrada. Además, aportan fósforo y vitamina D, en este último caso sólo presente en la leche entera. La vitamina D es un nutriente necesario para fijar el calcio en los huesos.

Aunque el calcio también se encuentra en verduras de hoja verde, ciertas semillas y frutos secos, el organismos no aprovecha tan bien la cantidad de calcio que del que disponen como en el caso de los lácteos.

Si eres ovolacteovegetariano, deberás tomar el equivalente a dos vasos de leche como mínimo. No olvides que el calcio es esencial para los huesos y sirve para prevenir la osteoporosis, por eso es tan importante regular su consumo.

En las dietas para adelgazar hay que tener mucho cuidado con los condimentos: incluso una nuez de mantequilla de más o demasiadas cucharadas de aceite, o rociar con abundante mayonesa la ensalada, pueden frustrar los esfuerzos hechos para limitar la entrada de calorías. El perejil, tomillo, eneldo, romero, orégano, albahaca tienen la cualidad de resaltar el sabor de los alimentos sin añadir calorías. Uniendo varias hierbas según los gustos, se puede limitar el uso de la sal, que en cantidades excesivas favorece la retención de agua. Un ejemplo: 100 g de perejil aportan 20 calorías. La mostaza, dulce o picante, tiene un sabor especial y muy intenso, y da a los platos un toque particular con pocas calorías. De hecho 100 gramos tienen sólo 10 calorías.

El aceite extra virgen de oliva resulta un óptimo condimento. De hecho, el extra virgen tiene mucho sabor, y una cucharada en la ensalada basta para darle un aroma muy especial sin interferir demasiado sobre el contenido en calorías. Para la fritura, utilizad aceite en abundancia y alimentos en pedazos pequeños. Y el aceite frito NO engorda más que el crudo. Su calentamiento no modifica el aporte calórico de grasas.

Para que el risotto resulte mantecoso, podéis utilizar una cucharada de nata en lugar de mantequilla.

El vinagre se puede utilizar de forma abundante, porque aporta poquísimas calorías. El de manzana es excelente en las ensaladas con fruta, el balsámico, de sabor agridulce bastante fuerte, se utiliza con cuidado, para no encubrir el sabor de los alimentos. Una cucharadita aporta 0,4 calorías.

El yogur natural puede utilizarse como condimento unido a ajo o a cebolla machacados. Para no encubrir demasiado los sabores, perfúmalo con hierba de cebollino o menta, o con una pizca de páprika, de azafrán o de curry. El yogur ayuda al estómago a trabajar mejor y una cucharadita de yogur desnatado aporta sólo 5 calorías.

El ajo tiene un sabor muy fuerte y especial: para quien le guste, es un excelente aderezo, y proporciona sólo 41 calorías por cada 100 gramos.

Las verduras hervidas son buenísimas, sanísimas y no engordan. Pocas calorías, mucha nutrición.

También deberías probar comer simplemente, verduras hervidas. Por ejemplo, un plato con una papa hervida, un pedazo de zapallo, un poco de brócoli y algo de espinaca. Todo rociado con aceite de oliva y unas gotas de limón, o vinagre si prefieres (aunque el vinagre engorda más).

Con respecto a las papas han sido denominadas como “Las verduras que engordan”, sin embargo, se ha hablado poco de los beneficios que esta verdura pueda tener para el bien del organismo.

El agua no engorda nunca, ya que tiene 0 calorías. Lo que sucede es que al tomarla durante las comidas ayuda a bajar los alimentos y esto hace que se coma más.

Si se bebe antes de las comidas puede producir sensación de saciedad y hacer que se coma menos después, al notar el estómago lleno.

Las bebidas bajas en calorías estimulan el apetito, según un estudio en el que se analizó el efecto que tienen sobre la ingesta este tipo de bebidas artificialmente azucaradas para apagar la sed.

El aporte de calorías de la fruta va a depender del tipo y cantidad de fruta consumida. Una de las frutas que más calorías tiene es la naranja, tradicionalmente no asociada a alimentos que engordan.
El pomelo es el clásico ejemplo de alimento famoso por su poder adelgazante.
Con respecto a la sandía, si la comparamos con la calabaza, esta aporta 30 kilocalorías por 100 gramos y la sandía 22.

El pan integral engorda igual que el pan blanco, pero la diferencia reside en que comemos menos pan integral porque nos llena antes debido a que contiene mucha más fibra.

Las pastas no engordan mucho. Lo que engorda de las pastas son las salsas, el aceite en que fríes la cebolla, la carne saltada que le pones adentro, el queso parmesano que le espolvoreas por encima, el pan con que acompañas todo y el postre para terminar. Eso es lo que más engorda de un plato de pasta.
Pero si comes un moderado plato de spaghetti, con apenas un hilo de aceite de oliva y sal, eso no engorda mucho.

Para mantenerte en el peso y no volver a subir hay un consejo que no falla nunca: adelgaza de a poco.
También hacer ejercicios es buenísimo para no volver a recuperar.