Degradación del sueloDegradar el suelo significa quitarle sus propiedades, deteriorarlo, quitándole sus nutrientes, no haciéndolo útil para su fin natural, que es la producción agrícola, fuente de la vida. Esta degradación es obra del hombre.

Las causas que provocan la degradación del suelo son el sobre pastoreo, o sea que en cada parcela de tierra se lleva a pastar excesiva cantidad de ganado.

La acción del agua y del viento que barren los suelos, la práctica de monocultivos, como los viñedos o los campos destinados solo a la producción de soja, la erosión, los rastrojos, la acidez, la salinidad, la tala de árboles, el inadecuado uso de fertilizantes y plaguicidas, el planchado o encostramiento, degradan el suelo, impidiendo a las plantas sentar allí sus raíces y alimentarse.

Es importante diagnosticar los procesos de deterioro del suelo en forma precoz, para poder tratarlo adecuadamente, recuperando su productividad. Los surcos derrumbados luego de intensas lluvias, la formación de costras, la presencia de capas densas que impiden la penetración del agua, son indicadores de que la salud del suelo no es la adecuada.

El 20 % de las tierras productivas del mundo se ven afectadas por este problema. En Argentina los fértiles suelos pampeanos, sobreexplotados, muestran una progresiva pérdida de capacidad productiva y en la Patagonia se llegó a casos de desertificación, que es el grado máximo de degradación del suelo. Usar los recursos de manera racional y sustentable son las claves para comenzar a pensar en un mundo mejor para todos.