El Feng Shui es una práctica tradicional china consistente en la determinación más adecuada de las estructuras, estancias, muebles e incluso sepulturas, con el objetivo de que la energía fluya adecuadamente para conseguir un equilibrio perfecto entre el hombre y su entorno.

Cuando hablamos de Feng Shui, la palabra más importante que debemos tener en cuenta es armonía. La armonía con todo lo que nos rodea es lo que nos hará vivir en simbiosis con los elementos. Esto nos lleva a considerar las montañas, los árboles o los ríos como algo muy importante en relación con nuestro lugar de residencia. Pero… ¿cómo entender esto en relación con la vida mayoritariamente urbana de la realidad? Lo cierto es que todo se hace un poco más difícil, puesto que en una ciudad no siempre podremos escoger la mejor ubicación en relación con los elementos. No obstante, siempre podremos conseguir un espacio lo más adecuado posible si decoramos nuestra vivienda de acuerdo a los principios del Feng Shui. Un ejemplo: minipisos con Feng Shui.

Los colores son en el Feng Shui muy importantes. Si decoramos una habitación de rojo, la dotaremos de vivacidad y optimismo, alejando los pensamientos negativos. estimularemos la fuerza y la pasión. Un detalle de rojo en el dormitorio de la pareja, estimulará su vida sexual. en cambio, en los lugares que querramos usar para meditar, el violeta es el color ideal mientras que los amarillos y naranjas son vitales y propician la socialidad y la libertad de ideas. Lo espiritual está repreentado en el azul, que nos brinda serenidad y paz, mientras que para el equilibrio, se recomienda el verde. El blanco armoniza el resto de los colores, lo que hace que convenga un toque en las combinaciones.