Soja y menopausiaMuchas son las propiedades de la soja y también muchas las controversias sobre sus riesgos, pero uno de sus mayores méritos (aunque también algunos los minimizan) es ayudar hormonalmente en esta etapa de la vida de la mujer, que se presenta en muchos casos con síntomas no deseados, como sofocos, trombosis, y mayores riesgos de padecer problemas cardiovasculares, por la disminución de los estrógenos.

Justamente lo que aporta la soja son fitoestrógenos, contenidas en sus isoflavonas. Consumiendo 30 gramos diarios de soja, la mujer estaría mucho más protegida, siempre y cuando haya consumido soja durante un período prolongado anterior a la aparición de los síntomas, como ocurre con las mujeres asiáticas. Estos síntomas no deben ser muy agudos, pues en ese caso, se deberá consultar al médico, ya que la soja alivia y mejora los problemas asociados a la menopausia, pero no es milagrosa.

Otro beneficio es sobre el sistema óseo, ya que contribuye a prevenir la osteoporosis, y también ayuda a aumentar el colesterol bueno y contrarrestar el malo, esto siempre y cuando no se consuman junto a los productos a base de soja (jugos, leche, milanesas, tofu, tempeh) alimentos con grasas saturadas. De nada vale consumir una milanesa de soja acompañada por ejemplo de patatas fritas, repletas de grasas malas, si queremos cuidar nuestras arterias, corazón, presión o colesterol.

Tampoco significa que la dieta de una mujer de más 45 años se base en el consumo de soja solamente, sino que diariamente incorpore una porción en el almuerzo o la cena, junto con verduras variadas, y en otros menús incorporar cereales diferentes, y frutas.