El mito de las espinacasQue las espinacas aportan hierro es verdad, pero no tanto como se creyó desde 1870, cuando el científico alemán Emil Von Wolf publicó que 100 gramos de espinacas contenía 35 mg. de hierro cuando en realidad quiso poner 3,5 mg. lo que inspiró al creador de historietas estadounidense Elzie Crisler Segar (1894 –1938) a dar vida a su personaje Popeye, en 1929, que adquiría una súper fuerza cuando consumía una lata de espinacas.

El consumo de espinacas a causa de este mito se incrementó en Estados Unidos en un 30 % y fue muy difundido, pues luego de la Primera Guerra Mundial los casos de anemia eran muy frecuentes, y las espinacas era para las madres el alimento imprescindible en la alimentación de sus niños para que crezcan fuertes.

Este error subsistió hasta 1937, pero recién fue desmentido públicamente por el British Medical Journal en 1981, y aún hoy es difícil destruir ese mito, aunque se haya comprobado que otros vegetales entre ellas la pobre y relegada acelga que había perdido muchos puntos en relación al alimento estrella que era la espinaca, aporta más hierro que ella (la acelga nos otorga 3,30 mg de hierro contra 2,70 que en realidad es lo que aportan cien gramos de espinacas).

Tampoco esto significa que no tengamos que consumir espinacas, pues su aporte vitamínico es muy alto especialmente en A, B6, C y K, son también portadoras de calcio, potasio y proteínas, en porcentajes superiores a la acelga, el vegetal que más se le parece.