Esta es una dieta vegetariana para reducir el colesterol, del que se habla y se padece mucho, por la falta de cuidados en la alimentación. El colesterol es necesario para el organismo, pero cuando la ingesta es muy grande, el hígado no alcanza a destruir el excedente y éste se acumula en las paredes de los vasos de la sangre, retardando su flujo, y causando graves problemas de salud, al no llegar donde se la necesita en el tiempo requerido; especialmente produciendo problemas a nivel cardiológico.

Los vegetarianos, al no ingerir carnes, y sobre todo embutidos que son los que más grasas contienen, están libres del colesterol malo. Los ovo-vegetarianos consumen colesterol animal a través de la yema de huevo, lo cual si se padece de colesterol conviene reducir. También las tortas, helados industriales y facturas contienen muchas grasas.

Se recomienda en forma especial para quienes posean el colesterol LDL elevado, ya sea por sobre alimentación o por genética, utilizar aceite de oliva extra virgen en las ensaladas (las frituras deben suprimirse), legumbres, verduras de hojas verdes, zanahorias, calabaza, arroz integral, pimientos, cebolla, ajo, y mucha fruta fresca (en especial, peras y manzanas, y no coco ni aguacate), beber jugos de frutas, especialmente cítricos. Tratar de no comer alimentos enlatados o en conserva ni que contengan grasas trans, que convierten a las grasas insaturadas en saturadas, al añadirles hidrógeno a los aceites de origen vegetal. Estas grasas están presentes en muchos productos industriales para alargar su vida útil o mejorar su aspecto o sabor (leer las etiquetas). Esta dieta debe acompañarse de ejercicios diarios moderados.