Hay dos tipos de diabetes, (cuyo significado es el de micción que es tan dulce como si fuera miel, pues era tradicional creer que el signo característico de la enfermedad, era que la orina tiviera mucha azúcar): La diabetes tipo I o juvenil, aguda, que aparece a edad temprana y la tipo II, o del adulto, a menudoDiabetes asociada a la obesidad, ya que es producida por el organismo ante la acumulación de grasas. Por lo tanto, en este tipo de diabetes lo importante, es, fundamentalmente una buena dieta, que contribuya a la baja del peso corporal, que evita, además, las enfermedades vasculares arterioescleróticas.

Se deben evitar los alimentos que contengan glucosa, sobre todo el azúcar común y los alimentos que la contengan. También debe evitarse la miel, el azúcar de malta, y las grasas. Los hidratos de carbono que deben evitarse son los llamados simples (glucosa, miel, cereales azúcarados) pero sí pueden consumirse féculas. Entre las frutas son especialmente recomendadas, los cíticos, y los arándanos, fresas y moras.

Debe consumirse verduras, entre ellas brócoli, judías verdes, tomates, hinojo, rábanos, lechuga, espinaca, nueces, lentejas, papas y arroz, repartiéndose las ingestas en varias comidas de poca cantidad cada una. Las bebidas deben endulzarse con edulcorantes y utilizar muy poca sal en las comidas, y poco o nada de alcohol. Las fibras son altamente beneficiosas, ya que brindan saciedad y reducen el colesterol. Las hallamos en las verduras, en las legumbres, en las frutas y en los cereales, especialmente en el salvado. No olvidar también la hidratación, bebiendo diarimente abundante agua.