Estos alimentos que mejoran el estado anímico no son milagrosos, solo contribuyen a mejorarlo, sin evitar la consulta al médico especialista en casos de que el estado depresivo persista en el tiempo o sea muy intenso. Tampoco debe abusarse de ellos, pues en general son alimentos que engordan, y debe establecerse por lo tanto un equilibrio.

Estos alimentos de los que hablamos, contienen serotonina que es lo que le falta a quien padece de un estado de depresión. La serotonina es un neurotransmisor que mejora el humor y evita estar enfadado o agresivo, además de regular el sueño. Cuando la persona está deprimida naturalmente tiende a querer consumir hidratos de carbono que poseen serotonina como chocolates, dulces en general, arroz y harinas, para compensar el déficit, salvo casos graves donde desaparece el apetito.

Otros alimentos proteicos (que contienen un aminoácido que se denomina triptófano) también son de gran ayuda, como la soya, los frutos secos, los lácteos y el huevo (estos dos últimos productos, solo para los ovolactovegetarianos).

El zinc y el magnesio también son grandes aliados contra la depresión y están presente en frutas y verduras. La vitamina C abundante en los cítricos también ayuda en estos casos. La falta de hierro contribuye a sentirse desganado y sin fuerzas, por lo que es recomendable el consumo de vegetales de hojas verdes acompañados de vitamina C, como por ejemplo un jugo de frutas cítricas.

Lo aconsejable es que en esos momentos donde sentimos tristeza, comamos un plato de pastas, o una tableta de chocolate o una porción de torta, con moderación, agregando frutos secos, más abundantes frutas y verduras, ya que en el equilibrio está el verdadero bienestar. No debe intentarse levantar el ánimo consumiendo alcohol, pues luego de la euforia momentánea produce depresión neuronal.