Afrodita era entre los griegos la diosa del amor, y de allí las sustancias que estimulan el deseo sexual se denominan afrodisíacos. Se dice que algunos alimentos son afrodisíacos naturales, que al actuar sobre el sitema nervioso, actúan como estimulantes en general, como sucede con el vino o con café. Al estar eufóricos y sin sueño, se despierta la pasión. El chocolate en este sentido es uno de los más destacados. Para los aztecas era un “alimento divino”. No es un secreto que el chocolate contiene antioxidantes, elementos químicos que actúan sobre los neurotransmisores del cerebro y theobromine, que es similar a la cafeína. Por supuesto que ninguno hace milagros, su acción es solo una ayuda pequeñita, y muchas veces actúan especialmente a nivel psicológico al modo de un placebo.

Entre los alimentos que se dice tienen efecto afrodisíaco se hallan:

La vainilla con su sabor y olor suave y dulce estimula la pasión, a igual que la miel, que ya los egipcios usaban como componente de sus medicinas para tratar los casos de impotencia y esterilidad. La jalea real se cree que es aún más eficaz.

La banana gracias a su alto contenido en potasio y vitamina B, estimula la producción de hormona sexual. Las manzanas (fruta bíblica prohibida) son muy conocidas en este sentido.

Los espárragos hervidos, el pio, la mostaza, el ananá, los higos, las almendras, las nueces, el anís, el perejil, la soja, el romero la pimienta y la salvia son muy recomendados. La avena y el poleo surtirían su efecto solo entre las mujeres. La lechuga tranquiliza, así que solo nos ayudará a conciliar el sueño, y no a robustecer los deseos eróticos.