Como otras muchas especies en peligro de extinción, debemos preocuparnos de la conservación de los pandas; estos preciosos y enormes animales, que miden hasta un metro y medio de alto, con movimientos suaves y lentos, y llegan a pesar 120 kilos que son el emblema del Fondo Mundial para la Naturaleza, fundada el 11 de septiembre de 1961, organización de carácter independiente y destinada a la conservación de las especies.

Los pandas poblaban las áreas boscosas del sudoeste chino, norte de Birmania, Vietnam y Laos. Hoy se redujeron a los bosques montañosos de Seuchán, una provincia de China. Estadísticas del año 2004-2005, muestran que en el mundo viven en estado natural 1.600 pandas, y en cautiverio 188, cifras que alientan con respecto a las de décadas atrás que hablaban de solo 1.000 en estado libre.

Las causas de la reducción de los pandas son, por un lado, las modificaciones en su hábitat natural, como consecuencia de la deforestación, que les ha privado de su sustento que son los árboles de bambú, que integran su dieta casi en forma exclusiva, y por lo tanto necesitan mucha cantidad, aproximadamente 15 kg. diarios. Además, las hembras son fértiles, solamente tres días, anualmente.

El árbol de bambú libera periódicamente sus semillas y muere, por lo que los pandas históricamente emigraban en busca de otros árboles, que hoy no existen, pues los bosques de bambú fueron reemplazados por zonas urbanizadas, campos de cultivos o áreas deforestadas y desaprovechadas.

Se trata por ello de crear para estos animales, reservas naturales o que se reproduzcan en cautiverio, en las condiciones más parecidas a las naturales.