La contaminación hídricaEl agua es un recurso renovable, pero no inagotable; siendo la fuente natural de vida más importante que poseemos: la necesitamos para beber, para asearnos, para limpiar nuestras casas, como fuente de energía, para riego, para traslado, y para realizar actividades industriales; sin ella es imposible la vida en la tierra, y es el hábitat de muchas especies animales y vegetales; sin embargo a pesar de su importancia evidente nos resistimos a cuidarla.

Desechos industriales, domiciliarios, plaguicidas, petróleo, van a parar a los ríos y mares, contaminándolos e impidiendo su depuración natural. Las aguas contaminadas ocasionan la muerte de peces y muchas enfermedades a seres humanos y animales terrestres.

Los espacios urbanos son los que provocan mayor contaminación hídrica, por las cloacas de las ciudades que contaminan los cursos de agua; y sobre todo cuando hay alta concentración de industrias, ya que algunas de ellas, como las papeleras o las alimenticias, descartan en las aguas residuos orgánicos y producen la desaparición de microorganismos que cumplen la función de filtros biológicos, y la proliferación de bacterias, que consumen el oxígeno del agua; y las industrias metalúrgicas, provocan la contaminación hídrica inorgánica, por el descarte de plomo y mercurio.

En Estados Unidos, por cada habitante, se calcula que casi una tonelada de contaminantes, van a parar al aire, al suelo o a las aguas.

Ante estos efectos, la legislación ha avanzado, exigiendo un informe de impacto ambiental antes de que se instale una nueva industria y a las existentes, un mayor control sobre sus desechos, tratándolos antes de verterlos.