Además de ser bueno para el medio ambiente y para el espíritu, ser vegetariano es también un gran aporte beneficioso para nuestro cuerpo. Mediante esta dieta no ingresamos toxinas ni grasas animales, lo que significa más salud. Una vez leí una preciosa frase “El mundo semeja un espejo, si le sonríes te sonreirá”. Si amamos y cuidamos la naturaleza, ésta nos devuelve paz y armonía interior; pero además, beneficios médicos.

En un estudio desarrollado en la universidad de Loma Linda (California) analizando 700 personas adultas (semivegetarianos, vegetarianos y no vegetarianos) a cargo del especialista en nutrición Nico Rizzo, y publicado en “Diabetes Care”, se comprobó que los vegetarianos reducen considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y diabetes, a pesar de que los vegetarianos analizados y con resultados más satisfactorios, eran de más edad que los no vegetarianos.

Esta comprobación no viene más que a completar estudios anteriores que demuestran que ser vegetariano favorece a quienes padecen de artritis, comprobándose el alivio de los síntomas de 9 pacientes de un total de 10, al evitar el consumo de grasas (estudio realizado en Oslo en 1991).

Para el Dr. T. Colin Campbell, epidemiólogo de la Universidad de Cornell una dieta vegetariana previene contra el cáncer, contra problemas cardiovasculares y otras patologías degenerativas. Para este científico, los veganos no tienen colesterol alto, ni hipertensión arterial, y mucho menos riesgos de padecer cáncer de colon, de mama o de próstata.