VáricesUna disfunción de las válvulas venosas, es la causante. Esta dolorosa y molesta enfermedad puede palearse con algunos aportes naturales, representados por ejemplo en la lechuga, su más implacable enemiga, y defensora de sus atribuladas piernas.

Además de la lechuga, en esta lucha están también presentes la espinaca y la cebolla, que contribuyen al buen funcionamiento hormonal. Para los calambres no hay nada mejor que brócoli y arvejas.

Para fortalecer los tejidos, incorpore a su dieta levadura y leche.

Para culminar, añadimos las frutas: mucho ananá y naranja, le permitirán aumentar la circulación sanguínea.

Si a estos alimentos les añadimos algunas prácticas de yoga, obtendremos excelentes resultados.

Ahí les aconsejamos una postura saludable:

Acuéstese en el piso, boca arriba, sobre una colchoneta. Eleve ambas piernas, juntas y sin flexionar, apoyando las manos en los glúteos para que también se eleven. Mientras elevamos, inspiramos por la nariz, lentamente, contando hasta cuatro. Contenemos el aire un minuto, con las piernas arriba, y luego las bajamos mientras soltamos lentamente el aire por la boca.