Propiedades del tomateEl tomate es una verdura muy sabrosa, y fácil de incorporar a cualquier plato, ya que simplemente cortándolo es una ensalada resulta delicioso, aunque también es bueno acostumbrar a los niños que a media mañana o a media tarde se laven un tomate y lo coman directamente.

Su contenido en vitaminas A, fundamental para la piel y la vista, B, C y E, que le otorgan propiedades antioxidantes y antiinfecciosas, lo hacen un aliado del aporte nutricional. Entre los minerales posee hierro, cobalto, fósforo, potasio, níquel y cobre.

El color rojo del tomate se debe a un pigmento de nombre licopeno, que le brinda propiedades benéficas para el corazón y anticancerígenas, previniendo sobre todo el cáncer de próstata, en este último caso sobre todo en los extractos de tomates, o en salsas cocinadas. También es preventivo del cáncer pulmonar y del de estómago. Es fundamental para la correcta actividad del sistema nervioso y del muscular. Protege contra la arterioesclerosis, en este caso por el jugo que rodea las semillas, de tono amarillento.

Su contenido de vitamina C, lo convierte en favorecedor de la absorción de hierro, por lo que es conveniente cuando se consume vegetales con hierro, como espinacas o acelga, de difícil absorción, acompañarlos con tomate, para contribuir a que el hierro se absorba.

Alimento obligado en las dietas para adelgazar, y en la de los que padecen de colesterol y gota, por poseer escasísimas grasas (un tomate aporta aproximadamente diez calorías) y en la diabetes, enfermedades pulmonares, no posee contraindicaciones.

Tiene efectos moderadamente laxantes, contiene ácido fólico y alcaliniza la sangre.

Aplicado como compresa reduce las arrugas y es desinfñamatorio en caso por ejemplo, de picaduras de insectos.