vinagreDesde hace 4.000 años a.C. la gente lo utilizó. Significa del latín: vino ácido, aunque también puede provenir de la cerveza, manzana, arroz, malta, siendo el de vino el más corriente.

Es un buen condimento, conservador de alimentos, por su acidez, que impide que se desarrollen los microorganismos (es recomendable sumar la refrigeración a esta acción), utilizado sobre todo en vinagretas, y antiséptico. En este caso es sumamente efectiva su aplicación en caso de picadura de insectos. También se usa como repelente de mosquitos y como limpiavidrios.
El vino puede volverse ácido espontáneamente y así se usó el vinagre hasta principios del siglo XIX, en que Pasteur descubrió unos microorganismos llamados Mycoderma aceti que le permitieron elaborar un método de fabricación no natural sino ex profeso, consistente en llenar toneles de vino y vinagre, espontáneo, en la misma proporción, y cada vez que se sacaba vinagre se le rellenaba con mas vino. Posteriormente este método se fue perfeccionando.
Sin duda el más recomendable para la salud, es el vinagre de manzana:
El vinagre de manzana se usa como aderezo, es suave por poseer menos cantidad de ácido acético que el vinagre de vino, facilitando la digestión. Es efectivo contra el mal olor axilar (colocar ligeramente diluido con una gasa sobre la zona).

El vinagre de manzana es muy bueno para depurar el estómago, liberándolo de gases y putrefacciones.

Contiene vitamina A, con efectos hidratantes y al ser rico en potasio, tiene efectos diuréticos.

Es recomendable tomarlo disolviendo una cuchara de postre con medio vaso de agua azucarada antes de las comidas.