Hay pruebas de que en el valle de Tehuacán, al sur de México, ya se cultivaba maíz hace 4.600 años.

Sin embargo, debe evitarse usarlo en forma exclusiva, como sucedió entre los indígenas del Sur de Estados Unidos, pues puede causar pelagra, por carencia de vitamina B3. O sea, que debe acompañarse su consumo con alimentos que posean esa vitamina, como el huevo o la leche. Sí posee vitamina B1, conocida también como tiamina, muy saludable para quienes sufren trastornos nerviosos, depresión o stress.

Aporta fibras, vitaminas, minerales y proteínas. Posee mucho almidón, por lo cual es fuente de hidratos de carbono, y por lo tanto nos brinda energía, y si bien aporta también calorías 883 calorías en 100 gramos) es en número mucho menor que las grasas. Contiene ácido fólico, fundamental para el buen desarrollo fetal, por lo cual es muy bueno su consumo en el embarazo.

Actúa además como antioxidante por su alto contenido en betacarotenos. Su consumo es bien tolerado por los celíacos ya que no contiene gluten.

Es un remedio natural que posibilita eliminar líquidos del organismo, importante en casos de obesidad, hipertensión, cálculos, edemas, etc. Para ello, se debe cocinar 50 grs. de barbas de maíz por litro de agua, por espacio de 20 minutos (Ingerir 4 vasos diarios).

También es usado con fines cosméticos, para preparar aceites, margarina, mostaza, mayonesa, ketchup, yogures, helados y polenta, en su forma de harina de maíz.