Las frutas son importantes en todas las edades, y tanto para hombres como para mujeres, pero en el embarazo son imprescindibles, por lo menos dos diarias, variando la fruta escogida, aunque, claro está, debe complementarse con verduras, frutos secos, granos y legumbres. Las embarazadas son susceptibles de sufrir estreñimiento por lo que frutos como las ciruelas, naranjas, mandarinas, fresas o el kivi favorecen a combatirlo.

En el embarazo es importantísimo consumir ácido fólico para el desarrollo adecuado del sistema nervioso del feto, y eso está presente en los cítricos, que también suministran vitamina C; y también en las piñas, bananas, melón, peras y en las uvas. La vitamina C también abunda en las fresas

Las bananas, piñas, fresas, ciruelas y manzanas, aportan potasio, que favorece la formación de células en sangre, a la actividad muscular, a los riñones, al corazón, a la piel y especialmente previene calambres; siendo además, la manzana, muy recomendada para fortalecer el corazón de la madre, por contener flavonoides.

Las frutas contienen mucha agua, lo que las hace muy útiles para hidratar y depurar el organismo.

Consumir frutas y verduras variadas, contribuirá a un embarazo sin sobresaltos y al nacimiento de un bebé sano.