Dietas para adolescentesEsta es una etapa particularmente difícil ya que el cuerpo experimenta grandes modificaciones, pero además, ese cuerpo, muchas veces no encuentra los elementos nutricionales que necesita para estos cambios, pues mal asesorados y obsesionados por una imagen de silueta delgadísima que tienen como ideal, los jóvenes ponen en riesgo su salud física y mental.

Entre los 10 y 15 años, el cuerpo crece en altura un 15 % y lógicamente debe producirse proporcionalmente un aumento de peso y de índice de masa corporal. Para que este proceso natural pueda darse con normalidad los adolescentes deben consumir 50 % de hidratos de carbono, 30 % de grasas y 15 % de proteínas.

No significa que esto se aplique de modo tan estricto, y que estemos pendientes todo el día del alimento de los jóvenes, que en la mayoría de los casos puede resultar contraprodudente. Lo que conviene es explicarles que si bien una buena figura es importante no solo por la estética sino por la salud, no ingerir la cantidad y calidad de sustancias alimenticias podrá provocarles problemas importantes. Además, alimentarse bien no significa engordar, sino todo lo contrario. Los alimentos que producen obesidad pueden y deben ser suprimidos, como dulces o grasas.

Se recomienda no evitar el desayuno por ninguna razón. La leche o el yogur, acompañados de dos o tres tostadas con manteca o queso untable, por ejemplo, son indispensables para asegurar el calcio, indispensable para la formación de los huesos. La carencia de calcio, muchas veces trae trastornos en la adutez, que ya no pueden remediarse totalmente, como la osteoporosis. Para complementar la dosis de calcio convien repetir en la merienda los mismos alimentos del desayuno, e incluir en el almuerzo y la cena algunos vegetales que lo contengan, como brócolli o almendras.

Para fijar el calcio es indispensable la vida al aire libre ya que el sol contribuye a la formación de vitamina D que permite la absorción del calcio. No significa ponerse al sol en horas pico ni calcinarse la piel. Es ideal realizar algún deporte, en las primeras horas de la mañana, por ejemplo.

Para aportar energía y como antioxidante es necesaria la vitamina E. Para logarlo debe consumirse aceitunas, germen de trigo, cereales integrales, espinacas, frutos secos y aceites naturales.

Para evitar la carencia de hierro que provoca anemia, con la consecuencia de padecer cansancio e irritabilidad es indispensable el aporte de verduras de hojas verdes, como por ejemplo la espinaca, y además avena y lentejas. Estos alimentos sumados a los cereales integrales también aprtan vitamina B vital para el sistema nervioso.

Para proteger la piel, la vista y las mucosas nada mejor que un buen aporte de vitamina A presente en las zanahorias, calabazas, tomates, yema de huevo, manteca y leche.

Para terminar un vaso de jugo frutas, sobre todo de cítricos favorece la absorción de hierro, por eso conviene tomar un vaso de jugo de naranjas con algún vegetal que contenga hierro, por ejemplo espinacas. Además aportan vitamina C, poderoso antioxidante.

En estas recomendaciones para adolescentes no se incluyeron carnes, por ser una página ovo-lacto-vegetariana.