Cocinar puede ser un medio de contribuir a la economía familiar overduras a su bancarrota. No siempre usar productos caros asegura una buena nutrición.

La cocina vegetariana en general es muy económica, sobre todo si usamos verduras y frutas de estación.

Las ensaladas, además de ser muy fáciles de preparar, aseguran el aporte de una gran cantidad de nutrientes, sobre todo si incorporamos vegetales de colores diversos. Podemos añadir brotes de soja o de alfalfa que aportan proteínas, y aceites que nos bridan aminoácidos esenciales.

Las verduras deshidratadas son una muy buena manera de ahorrar tiempo, pero no dinero. son mucho más caras y pierden un poco de sus vitaminas, sobre todo la vitamina C. Casi lo mismo podemos decir de las verduras congeladas. Sin embargo, no dejamos de reconocer que son una excelente opción cuando no hay tiempo para limpiar las verduras frescas, tarea que demanda un tiempo considerable.

El consumo de ciertos alimentos como arroz integral, permite una gran variedad de opciones a la hora de servir un buen plato económico y nutritivo, que podemos combinar con muchos tipos de salsas o verduras y es un alimento barato que aporta casi todos los nutrientes.

Los alimentos a base de soja, además de los brotes ya citados, como los porotos, las harinas de soja o el tofu son altamente recomendables.

Las nueces o avellanas son un producto caro, pero vale la pena el gasto, ya que los vegetarianos encontrarán en su consumo, proteínas que no se encuentran en otros alimentos.