Pele 4 cebollas pequeñas, todas del mismo tamaño y cocínelas unos minutos en agua y sal. Cuélelas y colóquelas en un frasco de boca ancha.
Aparte, hierva vinagre de alcohol (blanco) con una cucharada de azúcar y algunas especias.
Vierta el vinagre bien caliente sobre las cebollitas, deje enfriar y tape el frasco herméticamente.