¿Todos sabemos lo importante que son las frutas en nuestra alimentación como fuente vitamínica, de agua y fibras? ¿Conocemos que muchas frutas pueden ser poderosas aliadas de nuestro cuerpo pues contribuyen a su desintoxicación? Pues esto ya era objeto de estudio por los antiguos sabios griegos y romanos, que reconocieron a muchas frutas, poder medicinal.

Hipócrates, el griego padre de la ciencia médica, utilizaba para curar dolencias y bajar la fiebre, el jugo de granada, incorporando frutas frescas como el melón, cerezas y ciruela en la época estival; al plátano lo hallaba extraordinario y los hindúes lo conocían como el fruto que nutre a la sabiduría; y el poeta romano Ovidio, empleaba la manzana para fortalecer el organismo.

Fue el científico, investigador, vegetariano y ecologista colombiano, actualmente residente en España, Albert Ronald Morales, nacido en 1950, quien en la actualidad puso énfasis en el poder curativo de las frutas, recomendando especialmente las orgánicas; creando la Frutoterapia, o técnica que emplea las frutas para curar.

Las frutas no requieren ninguna preparación, pueden consumirse tal cual nos las ofrece la naturaleza, por lo cual no hay excusas de falta de tiempo para incorporarlas a nuestra dieta, y al comerlas crudas conservan todas sus cualidades nutritivas y de protección orgánica. La que se encuentran más maduras poseen mayor azúcar.

Las de color rojo son buenas para combatir el cáncer, las de tonalidad naranja, actúan como antioxidantes, las verdes protegen contra el cáncer de pulmón y las azules ayudan a la función cerebral.

Actúan contra el estreñimiento, nos depuran, nos aportan vitaminas, minerales y oligoelementos, los cuales resultan útiles para el metabolismo de azúcares y lípidos.

Sin embargo, la frutoterapia no prescribe sin más el consumo indiscriminado de frutas, sino que las clasifica por funciones y establece entre ellas relaciones beneficiosas y contraindicaciones.

Preferir para el desayuno frutas ácidas, como por ejemplo ananá, melón o naranja, las dulces se deben guardar para la cena. Nunca deben comerse las frutas entre las comidas, y no tomar jugo de naranjas antes de dormir, ya que el hígado se verá perjudicado.

Ingredientes

3 huevos
1 taza de salsa bechamel (salsa blanca)
3 tazas de puré de calabaza
150 gramos de queso mantecoso

Preparación

Cascar los huevos, separando las claras de las yemas, las que se batirán muy bien por separado. Las yemas hasta que aclaren su color y las claras hasta que tengan consistencia de nieve.

Hervir la calabaza hasta que se ablande, y hacer un puré, cuidando de quitarle el agua. Unir el puré a las yemas y a la salsa blanca, mezclando muy bien todos los ingredientes.

Incorporar las claras a nieve, en forma suave y dando movimientos envolventes.

Enmantecar una asadera de horno, y colocar allí la mitad de la mezcla. Distribuir encima trocitos del queso mantecoso, que quedará en el medio del souflé, y luego volcar el resto de la preparación. Si se desea, decorar con nueces molidas.

Llevar a horno moderado, previamente precalentado, hasta que observemos que adquiere un tono dorado.

Es riquísimo y muy nutritivo. Sugerencias: servirlo como entrante o acompañando milanesas de soja.

Ingredientes

2 huevos
1 taza de harina
6 cucharadas de leche
1 cucharadita de aceite
1 cucharadita de polvo para hornear
1 taza de queso rallado
1 cucharadita de sal fina
1 pizca de pimienta blanca
Aceite para freír

Preparación

Colocar los huevos en un bol y batirlos, con la leche y el aceite. Aparte, mezclar todos los ingredientes sólidos y luego juntarlos con los líquidos, mezclando bien.

Calentar el aceite, y ayudándose con una cucharada, ir friendo los buñuelos. Retirarlos y colocarlos sobre papel absorvente, para quitar el exceso de aceite.

Esta receta es solo para elaborar muy de vez en cuando pues posee muchas calorías, y no resulta liviana. Comer hasta dos buñuelos por persona.

Siguiendo con recetas dulces, pero saludables, les dejamos esta rica tarta…pero a no abusar. Con estos ingredientes sale una tarta chica, si se desea más grande o más alta duplicar los ingredientes.

Ingredientes

1/2 kg de ricota
1 taza de azúcar
Ralladura de una naranja
3 huevos
1 taza bien colmada de harina tamizada con una cucharadita de polvo de hornear
1/2 taza de pasas de uva sin semilla
5 cucharadas de azúcar impalpable

Preparación

Desmenuzar la ricota y mezclarla con el azúcar. Añadir las yemas de huevo batidas y la ralladura, mezclar y batir bien. Batir las claras a punto de nieve y sumarlas a la preparación con movimientos envolventes.

Mezclar la harina con las pasas de uva sin semillas, y añadirlas al resto de los ingredientes. Emantecar y enharinar un molde de 16 o 18 cm. de diámetro y volcar allí la preparación.

Cocinar en horno precalentado hasta que esté cocida y servirla una vez fría, con el azúcar impalpable espolvoreado por encima. Que disfruten esta receta en familia o con amigos !!!

Ingredientes

1 taza de harina
3/4 taza de azúcar
1/2 cucharadita de polvo de hornear
1/4 cucharadita de cremor tártaro
4 huevos
Ralladura y jugo de un limón
5 cucharadas de azúcar impalpable

Preparación

Precalentar el horno a temperatura suave. Quebrar los huevos, separando las yemas de las claras. Batir intensamente las yemas con el azúcar hasta que queden de color claro. Agregar la ralladura de limón y el zumo. Incoroporar la harina tamizada con el polvo de hornear y el cremor tártaro.

Batir bien las claras hasta que queden a punto de nieve y mezclar con la preparación anterior.

Colocar en un molde enmantecado y enharinado, e introducir en el horno 25 minutos. Comprobar que esté bien cocido pinchando con un escarbadientes o un cuchillo, que deber retirarse limpios. Desmoldar sobre una rejilla y espolvorear por encima con el azúcar impalpable. Puede opcionalmente, rellenarse con mermelada de limón.

Es ideal para acompañar el té o como postre, luego de una comida liviana.