La polenta no tiene por qué ser comida de enfermos o carente de sabor. Es una explosión de propiedades nutritivas que puede convertirse en un manjar si sabemos combinar su sabor neutro con el de otros ingredientes. Eso sí, es altamente calórica, por lo cual si se está cuidando el peso, comer una porción pequeña.

Ingredientes

1 taza de polenta de cocción rápida (1 minuto)
3 tazas de leche (si se desea que quede más liviana hacerla con agua)
1 taza de nueces o almendras picaditas
1 taza de queso rallado
50 gramos de mantequilla
Sal y pimienta: a gusto
½ kg. de tomates maduros
¼ kg. de queso cremoso

Preparación

Hervir la leche, bajar el fuego y agregar la harina de maíz en forma de lluvia revolviendo por un minuto. Añadir la mantequilla, el queso rallado, las nueces o almendras, la sal y la pimienta. Revolver todo y colocar en una fuente de horno enmantecada. Cubrir con los tomates pelados y triturados, colocando por encima las fetas de queso. Gratinar en horno caliente y ya está listo este plato exquisito de polenta.

Las propiedades de los arándanos son muchas y son además, muy ricos. Pueden comerse directamente o ser materia prima de muchos postres. en este caso se trata de una crema sabrosa para disfrutar bien fría.

Ingredientes
(Rinde tres copas medianas o 6 pequeñas)

1 taza de arándanos
1 taza de almendras molidas
1/2 taza de azúcar
1 clara de huevo
1/2 taza de crema

Preparación

Repartir la mitad de las almendras en el fondo de cada copa. Luego hacer lo mismo con los arándanos.

Aparte, batir las claras con el azúcar hasta que tome consistencia cremosa. Batir bien la crema y unir suavemente a la mezcla de las claras con movimientos envolventes.

Distribuir en cada copita parte de la crema encima de las almendras y arándanos, reservando un cuarto. Luego hacer otra capa con las almendras y arándanos, para terminar con un toque de crema, usando almendras y arándanos para decorar. Servir bien frías.

Esta crema, puede servir además, para decorar tortas o budines.

El guacamole es una receta de salsa mexicana, cremosa, de sabor picante, que es usada para acompañar tacos y guisos. Puede también ser empleada directamente como salsa o como entrante, añadiendo pan, grisines o croissant para untar. Se usa mucho acompañarla con nachos, que son triangulitos de maíz fritado. Su ingrediente base son los aguacates cuyas enormes propiedades (ver propiedades del aguacate) ya hemos expuesto, como fuente de aminoácidos esenciales, ácido fólico, potasio y como poderoso antioxidante, al ser rico en vitamina E.

Ingredientes

6 aguacates maduros (paltas)
2 tomates maduros
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 cucharada de hojas de cilantro
1 chile serrano o ají verde
3 cucharadas de zumo de limón
Sal y pimienta: una pizca

Preparación

Cortamos longitudinalmente los aguacates por la mitad y con una cuchara retiramos la pulpa, y hacemos un puré, agregando el jugo de limón, para evitar la oxidación y realzar el sabor, las hojitas de cilantro, los tomates sin piel, el chile; todo bien triturado, la sal y la pimienta y hacemos una pasta. Puede optarse por pisar bien los aguacates y el resto de los ingredientes, o que se noten los trocitos. Ya está listo el guacamole para darle el uso que deseen a esta rica e intensa salsa.

El cilantro es el nombre popular de una hierba anual, de flores pequeñas color blanco y de frutos aromáticos, conocidos como coriandros, que científicamente es llamada Coriandrum sativum, posiblemente originaria del sur europeo y el norte africano. En Perú y Honduras se la denomina culantro, en Brasil se la conoce como coentro, y en Paraguay como kuratu (nombre de origen guaraní).

Lo usado de esta planta son sus hojas frescas y frutos secos. Estos últimos al molerse aportan un aroma a frutas cítricas por lo que se usan como condimento, por ejemplo para hacer café aromático. En forma de aceite esencial tiene uso en perfumería, como bactericida y en la aromatización de licores.

Las hojas frescas picadas se pueden añadir a los platos, especialmente los que son a base de arroz, o usarlos en la decoración de los mismos sin cocción. En Panamá se las usa en guisos y sopas; en México para elaborar guacamole o salsa verde, en Ecuador en el locro de papas.

Pueden conservarse las hojas frescas en la heladera, por unos días, en envase hermético pero no debemos congelarlas.

En cuanto a sus propiedades saludables, podemos mencionar:

Masticar hojas de cilantro frescas, ayuda a combatir la halitosis y el jugo que se extrae de ellas y de los tallos, evita el mal olor de las axilas.

Consumir hojas de cilantro frescas para condimentar nuestras comidas tiene un gran poder antioxidante, estimulan y facilitan la digestión, combaten el insomnio, mejoran la circulación sanguínea y al tener la capacidad de adherirse a los metales tóxicos, pueden colaborar a su desintoxicación si ese fuera el caso. Se destacan su aporte en vitaminas A, C, E y K. Los minerales que más provee son el calcio, el potasio, el fósforo y el magnesio (recordar usarlas sin cocinar).

Los coriandros (frutos) sí son aptos para cocinarse, y su jugo puede ser usado como anti bacterial, en caso de catarros y para reducir el colesterol.

El arroz con gandules pertenece a la gastronomía portorriqueña, por lo cual muchas personas desconocen lo que son los gandules y sobre todo sus propiedades, ya que son muy ricos en proteínas, minerales y vitaminas, lo que los hace una comida muy beneficiosa en la dieta vegetariana. El gandul es un arbusto propio de climas cálidos y secos que abunda además en el continente africano, en el sureste asiático y en las Antillas Occidentales. Lo comestible es el contenido de sus vainas, especie de guisantes (aunque son algo diferentes) como los que muestra la imagen.

Ingredientes
(Para 4 personas)

3 tazas de agua
2 tazas de arroz blanco
1 lata de gandules o 2 tazas de gandules cocidos
4 cucharadas de aceite de oliva
3 dientes de ajo machacados
1 cebolla grande
1 kilo de tomates maduros
1 pimiento
2 cucharadas de cilantro
Sal y pimienta: a gusto

Preparación

Freír en el aceite las cebollas, el ajo y el pimiento, todo finamente picado. Incorporar los tomates triturados, el cilantro, los gandules, la sal, la pimienta.

Agregar una taza de agua y el arroz. Revolver todo, tres minutos, y añadir el resto del agua. Cocinar, mezclando cada tanto, hasta completar el tiempo de cocción del arroz (alrededor de 12 minutos, según el tipo de que se trate). Ir viendo que tenga líquido suficiente (si no, agregar de a poco). Si se desea servir espolvoreado con queso rallado.