El ongiri es un plato japonés a base de arroz, ingrediente con el cual se hacen bolas, triángulos u óvalos, recubiertos a veces con alga nori y rellenos de otras sustancias alimenticias. También se lo conoce como omusubi. Se puede optar por darles formas diferentes, para diferenciarlos si se los ha rellenado con diferentes elementos. En este caso les dejamos una posibilidad de relleno, las que pueden ser muchas, ya que el arroz es un ingrediente sumamente versátil.

Ingredientes
(Para 4 comensales)

1 ½ taza de arroz blanco
½ litro de agua
2 láminas de alga nori
1/2 kilo de espinacas o acelgas hervidas picadas
1 lata de champiñones
1 cebolla
1 pimiento rojo
Sal, pimienta, mayonesa y aceite para freír

Preparación

Lavar el arroz hasta que observemos que el agua está limpia. Colocar el agua y el arroz en una cacerola sin tapa y ponerlo al fuego fuerte, hasta que hierva. En ese momento tapar la cacerola, bajar el fuego, y proseguir la cocción por un lapso de diez minutos. Tiene que quedar pastoso para que podamos luego darle forma.

Colocar el arroz en un bol y dejarlo reposar 10 minutos. Mientras tanto, dorar en aceite la cebolla bien picada, añadirle los champiñones y la espinaca o acelga todo triturado armando una pasta, que mezclaremos con mayonesa y condimentaremos con sal y pimienta.

Mojarse las manos con agua y luego rociarlas con sal. Tomar porciones del arroz aún caliente e ir dándoles el formato deseado dejando un huequito central donde se colocará el relleno y luego se lo cerrará. Continuar este procedimiento hasta terminar con el arroz y el relleno. Cortar tiras de alga y colocarlas debajo de cada onigiri, envolviéndolos.

La feijoada es un plato tradicional de Brasil que lleva carne en su elaboración, pero nada obsta a que podamos saborear una rica receta a base de frijoles negros, con ingredientes exclusivamente de origen vegetal, dándole un toque personal a nuestra feijoada, que quedará muy sabrosa y nutritiva, con un altísimo contenido proteico.

Ingredientes
(Para 6 personas)

½ kilo de porotos negros
2 patatas grandes
2 zanahorias
1 calabacín
2 cebollas
1 pimiento rojo y otro amarillo
3 dientes de ajo
2 cucharadas de perejil picado
2 salchichas de soja
1 litro de caldo vegetal
Sal y pimienta

Preparación

Remojar los porotos en abundante agua durante toda la noche. Al otro día enjuagarlos bien y cocinarlos en el caldo vegetal durante media hora.

Luego de 15 minutos de cocción añadir las patatas y las zanahorias peladas, lavadas y en rodajas pequeñas. Diez minutos después, el calabacín trozado; y por último, casi al término de la cocción las salchichas de soja en cubos y el perejil picado. Si se consume el caldo ir agregando, en cantidad suficiente para que la preparación no se queme o se pegue (el líquido debe quedar bastante espeso). .

Aparte, y mientras se están cocinando los ingredientes anteriores, dorar en aceite vegetal, las cebollas, los pimientos y los dientes de ajo. Agregar a la primera preparación.

Por último condimentar con sal y pimienta. Se acostumbra servir la feijoada acompañada de arroz.

La dieta alcalina tiene por misión lograr la alcalinidad óptima en el PH sanguíneo, que es de aproximadamente 7,35, lo que se consigue ingiriendo un 80 % de alimentos alcalinos y solo un 20 % de ácidos. La escala de acidificación se mide en una escala que va de 0 a 14, hasta 7 es ácido y arriba de 7, alcalino.

En la década de 1930, el fisiólogo alemán Otto Warburg, que fuera galardonado con el Nobel de medicina por su descubrimiento de las funciones de la enzima respiratoria, afirmó que si el organismo posee alcalinidad y oxígeno no puede enfermarse ni desequilibrarse.

Si el PH está desequilibrado, baja el oxígeno, y entonces las células ven alterados sus procesos metabólicos.

Un cuerpo bien nutrido eliminará las toxinas a través de la orina, y evitará que nuestros riñones enfermen. El cuerpo no acumulará grasas nocivas y no usará los minerales reservados por lo cual nuestros huesos estarán protegidos, además de todo el resto del organismo, que se mantendrá joven y vital durante muchos más años.

Los alimentos ácidos son neutralizados por los alcalinos, y si no los encuentra en la ingesta, el organismo recurre a sus reservas, perdiendo minerales. Si hay sobrecarga de ácidos el cuerpo se envejece, engorda y enferma.

Entre los alimentos alcalinos, están las frutas, las verduras de hojas verdes, y cualquier hortaliza: choclos, tomates, remolachas. También son alcalinos los frutos secos (nueces, avellanas, almendras) el tofu, la miel, el agua con limón y el té verde.

Son alimentos ácidos, el alcohol, el café, los conservantes, el azúcar y las harinas refinadas, el arroz blanco, las gaseosas y las proteínas de origen animal.

El ciboulette, cuyo nombre científico es Allium schoenoprasum, es una hierba aromática procedente originariamente de Siberia y Canadá, de sabor intenso y rico perfume, parecida a la cebolla (también se conoce al ciboulette como cebollino) pero en lugar de usarse su bulbo, que es demasiado pequeño y con sabor muy fuerte, se usa el tallo que es verde, hueco, y muy finito, y es bastante más digestivo que la cebolla. Necesita para su cultivo lugares muy soleados y húmedos.

Se utiliza para aderezar ensaladas, y agregarle sabor a salsas, cremas, emparedados, caldos, purés, Allium schoenoprasum, etcétera.

Pero en su sabor no terminan sus beneficios ya que posee un alto contenido vitamínico, especialmente en vitaminas A, B, K y C. Contiene fibras que favorecen la digestión, grasas poliinsaturadas y varios minerales: hierro, potasio, zinc, selenio, magnesio, fósforo y calcio. Su aporte proteico es casi nulo.

Entre sus propiedades más destacadas: aporta pocas calorías, mejora la circulación sanguínea, la memoria, contribuye a reducir el colesterol y la hipertensión arterial, previene infartos, aumenta las defensas orgánicas, fortalece los huesos, es antibacteriano y antiviral y al aportar ácido fólico es muy recomendable para mujeres embarazadas. Se cree que protege contra la depresión y ciertos tipos de cánceres como el de próstata, esófago, colon y estómago.

Estos porotos son una fuente muy rica de proteínas, y no deben faltar en una dieta vegetariana. Además tienen un sabor suave, dulzón y delicioso.

Ingredientes
(Para 6 personas)

1 taza de porotos aduki
1 cucharada de tomillo seco
2 tallos de apio
2 zanahorias
1 cebolla
1 pimiento
1 pepino pequeño
3 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta: una pizca

Preparación

Remojar los porotos durante toda la noche, enjuagarlos y ponerlos a hervir. Cuando hiervan, cambiar el agua y volverlos a cocinar con el tomillo, hasta que notemos que se han ablandado. Retirar del fuego y colocarlos en una ensaladera.

Pelar la zanahoria y hervirla. Lavar el resto de las verduras y pelar el pepino. Cortar todo en rodajas chicas y mezclar con los porotos, condimentando con aceite, sal y pimienta. Servir a temperatura ambiente o fría.

Si se desea una comida más sustanciosa puede añadirse arroz integral.