Oso pandaHay muchas especies vegetales y animales en el mundo con peligro de extinguirse, ya sea por la acción humana o por los cambios climáticos, o contaminación de su hábitat, que en la mayoría de los casos, es producido por el hombre.

En España se cuentan con 38 especies de vertebrados en peligro de extinción.

Según la Unión Mundial para la Naturaleza, creada en 1948, en su informe de 1996, hay especies que ya se han extinguido, por no contar con ningún individuo vivo de la especie, hallándose en esta categoría 784 representantes. Otras están en vías de extinción en forma inmediata, o sea, en peligro crítico, que es, cuando el riesgo es real y próximo. Entre éstas se hallan alrededor de 1.000 especies. También hay otras con alto grado de vulnerabilidad, con riesgo cierto a mediano plazo, y otras están casi amenazadas por la posibilidad que próximamente pasen a la categoría anterior. En estas dos últimas se encuentran aproximadamente 20.000 especies. En el mundo vegetal están en riesgo el 50 % de las especies, entre las cuales se han incluido recientemente varias flores del Mediterráneo y especialmente los árboles de coníferas.

Uno de cada tres anfibios se halla amenazado, una por cada ocho aves, y de cuatro mamíferos, hay uno que sufre este riesgo.

El comercio de las especies en peligro de extinción está prohibido o reglamentado, desde 1975. Europa y Estados Unidos son los principales importadores de especies animales. España cuenta con la mayor diversidad biológica y codiciada de Europa, con osos pardos, linces y águilas reales. El oso polar y el hipopótamo pasaron a engrosar la larga lista. El primero, sumamente afectado por el calentamiento global.

Una especie muy amenazada son los osos pandas y los tigres siberianos, pero no son los únicos. La inmensa lista va seguida de elefantes, rinocerontes, muy buscados por su carne, y el marfil que puede extraerse de sus colmillos, tigres, el lince ibérico, los antílopes asiáticos, la gacela dama del Sahara, caimanes, nutrias, los tiburones y las rayas.

Si bien se prohibió en África la caza de elefantes, en 1990, se sigue practicando este “deporte” de forma ilegal (lo de deporte es una ironía).

En Argentina encontramos en esta categoría a las tortugas, al yacaré, al lagarto, a la lagartija, al tatú carreta, la chichilla, la marmota, el zorro colorado, algunas especies de murciélagos, entre otras variedades biológicas.

La ballena es muy codiciada, sobre todo en la industria cosmética.
En Australia, el lobo marsupial, es una especie que posiblemente ya no registre ningún ejemplar vivo.

La lista es lamentablemente muy extensa y aquí se han dado solo muestras del hábito mezquino de la humanidad de apropiarse de lo creado por la naturaleza, sin ningún respeto.

Si bien desde nuestra página, incentivamos la sustitución de la dieta carnívora por la vegetariana, por respeto a los miembros de nuestra misma especie, ya que no debemos olvidarnos de que también somos animales, lo expuesto nos parece intolerable. Aquel que mata para comer puede ser objeto de una discusión filosófica con los que propugnan una dieta vegetariana, pero el que mata por placer o para lucir una piel que el Creador le asignó a otra criatura, es digno de total repudio.

Atenta contra la naturaleza, contra todas las especies, incluida la humanidad y pone en serio peligro el bien más preciado que poseemos: la vida en general.

Ya lo decía sabiamente el jefe indio, que había recibido una oferta del presidente de Estados Unidos para comprar sus tierras luego de la conquista: el hombre es solo una hebra de la naturaleza, pero el hombre blanco acabará con todo rastro de vida, para dejar a su paso tan sólo un desierto.

Recapacitemos, aún hay tiempo, no estamos en este planeta para destruirlo. Bienvenido el progreso si va acompañado de amor, paz y solidaridad. Afuera la modernidad, si solo trae destrucción y muerte, y sobre todo el más profundo desprecio a aquellos que lucran con el comercio ilegal de especies y colocan la naturaleza al servicio de sus mezquinos intereses y ambiciones personales.