Osho y vegetarianismoEste monje budista y profesor de filosofía nacido el 11 de diciembre de 1931, creador de técnicas de meditación, en especial la dinámica, y luego la Rosa Mística, liberadora de la risa y el llanto, murió a la edad de 58 años, el 19 de enero de 1990, dejándonos, aún cuando fue muy controvertido (un rebelde a las ideologías tradicionales pero sin embargo cercano al capitalismo y entusiasta defensor del goce de vivir y del sexo libre) varios pensamientos y lecciones de vida, en busca de la verdad personal y la libertad, contra la guerra y la violencia, que son incuestionables.

Sin ser un defensor acérrimo del vegetarianismo, lo recomendaba, pues la alimentación sana ayuda al buen funcionamiento del cuerpo. Algunas de sus ideas: No se debe comer muy poco ni en exceso, no debe experimentarse pesadez luego de comer. Es muy importante el ayuno como forma de desintoxicar el organismo, de purificarlo si se ha comido mal, como lo hace la mayoría de la gente, consumidora de carnes. En el ayuno ingerir solo líquidos, pero cuando se sienta que el ayuno está quitando energías, debe suspenderse.

Osho afirmaba que el hombre es el único animal que ha perdido el don natural de saber elegir los alimentos que le hacen bien, influido por la cultura y especialmente por las propagandas. La dieta vegetariana, para él, es la que está conforme con la naturaleza humana, en consonancia con lo que afirmaron muchos científicos, entre ellos, Darwin. El largo intestino humano es para él una prueba de que el hombre es vegetariano. Los animales carnívoros poseen un intestino corto, pues la carne ya está digerida.

Para él (en esto nos diferenciamos de su pensamiento) no interesa tanto el concepto de no violencia que encierra el vegetarianismo, sino que la dieta vegetariana, hace que el ser humano se sienta más liviano para poder entregarse a la meditación. Esto hará nacer un círculo virtuoso: cuanto más se medite más se entenderá la necesidad de una dieta vegetariana. No es entonces ser vegetariano lo que nos hace ser más espirituales, pero todo ser espiritual elegirá una dieta vegetariana.

Las sustancias nocivas que invaden al animal que matan para comer son ingeridas por el carnívoro que las devora y con ello se envenena, rebajándose la mente del hombre a la condición animal. Por eso el vegetarianismo es para este pensador lo más natural para el hombre, que con una dieta vegetariana logra saciarse sin intoxicarse. Esta comida debe masticarse bien y comerse en bocados pequeños.