«Dejemos a los animales que se coman a los animales», prefiriendoLanza del Vasto las frutas, los granos y la leche para vivir una vida saludable. Esta es la expresión de un pacifista vegetariano, discípulo de Ghandi, a quien yo admiré desde mi niñez, cuando al recorrer una revista, leí el título: «mejor ser matado que matar». Era Lanza del Vasto, quien explicaba que condenaba toda forma de violencia, y no aceptaba la muerte, ni aún en defensa propia.

Fue una persona admirable, no sólo como vegetariano sino que amaba toda expresión viviente, y luchó activamente con las armas del espíritu para lograr una sociedad mejor. Aquí transcribo algunos de sus pensamientos:
«Si devuelves mal por mal, no reparas el mal: lo duplicas.
¿Cómo puedes llamar bien al mal que devuelves?
Si para castigar al asesino, lo matas, no devolverás por eso la vida a su víctima. Habrá dos muertes en vez de una y dos asesinos: él y tú.
¿Cómo puedes afirmar que es un mal menor, cuando tu justicia exige un castigo igual al crimen?
¿Cómo puedes creer que es un modo de detener el mal, cuando tú mismo agregas un eslabón al que irán a unirse otros más?
Ya que el vencido aguarda su hora para tomarse el desquite
Si lo suprimes, lo vengará su hermano.
Si lo reduces a la servidumbre, te verás atado al otro extremo de la cuerda.
La violencia es un encadenamiento. El que piensa liberarse por su medio, forja su propia cadena.
Las cadenas de la violencia legítima son de un acero más resistente y de mejor factura que el de cualquier otra.
Solamente la noviolencia es la solución efectiva, ruptura de la cadena y liberación.
Y aún cuando el adversario sea tan tenaz y empecinado como para impedirte arribar a la meta, la lucha te obligará a victorias sobre ti mismo, a experiencias y descubrimientos interiores, cuyo fruto te pertenece.

Ejemplo de vida, es un orgullo contarlo entre los vegetarianos famosos de la historia.